A las puertas de las cumbres más altas del Pirineo navarro se extiende el espacio natural de Larra-Aztaparreta, una inmensa masa de roca caliza considerada uno de los conjuntos kársticos más importantes de Europa y dominada por las cumbres más altas del Pirineo navarro, que tienen a sus pies un frondoso tapiz tejido por hayedos. Algunos de los más bellos se reúnen en el Rincón de Belagua, el único valle glaciar de Navarra y uno de los rincones naturales más fascinantes de la comunidad por su naturaleza y geología.
Este fascinante viaje se adentra por ciudades históricas, caseríos donde reina el silencio y rutas mágicas para disfrutar de la región.
Los bosques de Aztaparreta, 100 hectáreas entre hayas y abetales, fueron declarados en 2017 Patrimonio de la Humanidad junto a otras zonas europeas. El hayedo se sitúa en una zona poblada desde el neolítico, como atestiguan diversos conjuntos de dólmenes como el de Arrako. Las tupidas hayas y pinares de pino negro, que se agarran con fuerza a las rocas, son el refugio de sarrios, urogallos, perdices nivales y rapaces como águilas reales y quebrantahuesos. Larra-Aztaparreta también está catalogada como Zona de Especial Protección para las Aves.
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