La primera es la que va desde el pintoresco pueblo de Sitges al Monasterio Budista, en Cataluña. Una ruta de 22 kilómetros para disfrutar en familia, donde se combina historia, naturaleza y gastronomía de una manera única. Desde aquí, visitamos el Parque Natural del Garraf, paraíso de biodiversidad y paisajes impresionantes.
El monasterio que recibe el mismo nombre, Monasterio Budista del Garraf, es muy recomendable. Ofrecen actividades de iniciación a la meditación.
Otra visita de carácter obligatorio es la Estupa de la Salud (Namgyal), estructura de un blanco reluciente que te transportará al sudeste asiático. La tradición recomienda dar al menos tres vueltas completas, de manera relajada y positiva.
Después de una visita tan enriquecedora, no hay mejor plan que saborear una deliciosa comida con platos mediterráneos preparados en las cocinas del monasterio.
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